Qué moto comprar: Motos Deportivas

Durante nuestra prueba comparativa en los Alpes, el Alpen Master, enfrentamos cuatro motos deportivas de carácter: la Aprilia RSV4 R, KTM RC8R, la Suzuki GSX-R 750 y la BMW S 1000 RR.
La Aprilia RSV 4 en su versión R llegó a mediados de la temporada pasada derivada de la que la marca utiliza en el Mundial de SBK. Como es de esperar se trata de una verdadera moto de carreras, que en pista da un rendimiento muy alto pero en carretera esa especialización se vuelve en su contra. Lo primero que percibes es que la agresiva postura, que recuerda a una 250 GP, te fatiga más de lo normal en los revirados puertos de montaña.
La elevada rigidez del conjunto, que ayuda en circuito, tampoco es lo mejor para los tramos bacheados. Eso sí, su agilidad y comportamiento dinámico son excelentes. Te sientes como un verdadero piloto cuando vas hilando en las curvas enlazadas. Los frenos son efectivos y muy potentes y su motor permite elegir entre tres curvas de potencia, algo que también es útil.
En las puntuaciones ha perdido frente a sus rivales en apartados como el tacto del motor, que no es tan preciso con el acelerador electrónico, en la autonomía, su consumo ha sido el más alto, y en detalles de polivalencia. Su especialización en circuito ha jugado en su contra, pero es una excelente deportiva.
La versión R de la KTM RC8 está diseñada para ser rápida en circuito y eso, como le sucede a la Aprilia, juega en su contra en esta prueba. Como buena deportiva sus registros en las pruebas dinámicas y su comportamiento son excelentes. La potencia de los frenos Brembo son otro de sus puntos fuertes, probablemente los mejores de las deportivas.
También las suspensiones WP funcionan con precisión, pero están regladas pensando en el circuito. De todos modos las posibilidades de regulación son muy amplias y puedes adaptarlas a tus necesidades, tanto de parte ciclo como de ergonomía. El gran bicilíndrico en V le sirve para diferenciarse de su competencia. Aunque en ocasiones puede ser un poco más tosco tiene mucha pegada en medio régimen, algo que se refleja en sus buenos registros en recuperación.
Esta configuración también emite más vibraciones que los tetracilíndricos de su competencia, así que puestos a pasar largas jornadas a sus mandos el confort es un poco menor. Por otro lado lucir sus colores de guerra te hará diferente.
La Suzuki GSX-R 750 es la más veterana de las deportivas y su concepto ha sobrevivido a diferentes épocas. Su secreto está en ofrecer el equilibrio del punto intermedio entre las 600 y las 1.000. No ha cambiado mucho últimamente pero su diseño es actual y lo que es más importante, su equilibrio es muy elevado.
Es la deportiva menos exigente del cuarteto y como te puedes imaginar la que permite atravesar los elevados pasos de los Alpes con mayor soltura. Los más exigentes pueden echar de menos algo de motor, ya que hay que revolucionar más el suave tetracilíndrico para obtener la misma respuesta que en las demás. Aunque la aceleración es parecida en las recuperaciones se nota su menor potencia. También y a pesar de ser una buena deportiva, pierde un poco de terreno en las pruebas dinámicas con respecto a las europeas. Esto es debido a su menor firmeza de suspensiones y tacto menos rígido en general, que por otro lado hace mucho más cómoda la conducción. Sin duda su neutralidad te permite afrontar con ella todos los trazados que te imagines y siempre serás tú el que controle la moto.
BMW ha puesto toda la carne en el asador con su nueva deportiva la BMW S 1000 RR y ya sabemos el resultado. Ahora faltaba por ver cómo se comportaba en carreteras donde no sólo importa la potencia. A priori puede parecer demasiado radical para ganar pero no hay que olvidar que tiene tres modos de gestión de motor, que también afecta al ABS y al control de tracción.
Sólo con apretar el botón de la piña izquierda, se convierte en una dócil montura de 150 CV con la seguridad extra que dan los controles electrónicos. El ABS te permite frenadas al límite sin entrar en acción, algo que queda patente en los tiempos de frenada (la mejor de las cuatro). También es ágil y estable, si no se buscan sus límites, así que puedes recorrer puertos complicados sin problemas. Es cierto que la moto sin ayudas electrónicas es mucho más delicada de conducir y sin esos puntos estaría mucho más cerca de la GSX-R en la clasificación.
También es verdad que sus registros en aceleración, recuperación y en los test dinámicos han sido los mejores, lo que repercute directamente en su victoria.
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